TEXTO I
La evaluación de centros mejorará más el sistema educativo que una reforma global
Los
aspectos que
han deparado un mayor debate público en la reforma educativa
propuesta por el ministro Wert responden a
prejuicios ideológicos
y gestos hacia sectores influyentes en el Partido Popular que poco
tienen que ver con la necesaria mejora de la escuela; más bien
suponen un retroceso en su modernización. En tal sentido, y dado que
el Gobierno no parece dispuesto a renunciar a una reforma muy amplia
del sistema, cabe resaltar la mano tendida ayer por parte de la
vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para
negociar el texto final de una ley que
solo debería centrarse en la mejora del sistema educativo y en la
corrección de sus más gruesos errores.
Hay
de partida, sin embargo, elementos positivos en el texto del
proyecto. En particular los referidos a estimular la competencia
entre centros públicos, a su evaluación, a la la rendición de
cuentas y el apoyo en función de los resultados obtenidos. Son
elementos presentes, en diversas formas, en países con sistemas
educativos exitosos.
Parece
fuera de duda que los
centros escolares deben someterse a la evaluación de sus resultados,
precisamente para mejorar los aspectos deficientes y aplicar los
recursos de la forma más eficaz posible. Bien es verdad que la
evaluación, y sus efectos, debe tener en cuenta no solo los
resultados finales, sino también la situación de partida, el
entorno y las dificultades objetivas con las que se encuentra cada
uno de ellos; de otra forma podría haber discriminaciones sociales
intolerables y guetos sin
remedio. Con estas
salvedades, la sociedad tiene derecho a saber el uso que se da a los
recursos que aporta en un campo tan esencial para el futuro como el
de la educación, y a saber también las medidas que se toman para
corregir las deficiencias detectadas.
Esta
parte de la reforma debería servir para plantear un debate sobre el
funcionamiento de la escuela que, esta vez sí, tendría notables
repercusiones sobre el éxito y el fracaso escolar, este último una
de las mayores lacras de la educación en España, a pesar de haber
registrado cierta mejoría. Para ello no es seguro
que hiciera falta un cambio como el que plantea el ministro José
Ignacio Wert, en el que se introducen elementos como el tratamiento
de las lenguas propias, la clase de religión y su contraparte,
asunto este de imposible resolución racional mientras la asignatura
confesional sea parte del currículo oficial, o la suerte de
Educación para la Ciudadanía.
El
sistema educativo se resiente con reformas globales que obligan a
cambiar los esquemas básicos de funcionamiento y los hábitos de los
docentes aun antes de que haya tiempo para una evaluación
consistente, pero mejoraría grandemente si fuera incorporando
reformas parciales,
en el sentido de las comentadas más arriba, que aumentaran su
eficacia en la tarea de educar a
los jóvenes.
CUESTIONES DE LENGUA
a) Busque en el texto
tres adjetivos especificativos.
b) Indique la categoría
gramatical y función sintáctica de los términos marcados en
negrita.
c) Busque en el texto dos
perífrasis verbales e indique su tipo
d) Busque en el texto dos
CCM
e) En el fragmento: “Esta
parte de la reforma debería servir para plantear un debate sobre el
funcionamiento de la escuela que, esta vez sí, tendría notables
repercusiones sobre el éxito y el fracaso escolar”. Indique
la relación entre las proposiciones.
COMENTARO DE TEXTO.
- Indique el tema del texto. (0,5p)
Crítica a la reforma educativa. / Opinión sobre la reforma educativa. - Realice un resumen del texto. (1 p.)
Las reacciones a la nueva reforma educativa se centran en los aspectos que impiden la modernización de la Educación. Sin embargo, en esta propuesta hay puntos positivos que cuestionan el funcionamiento de la escuela, por lo que dicha refoma es necesaria. El sistema educativo necesita reformas parciales más eficaces. - De forma esquemática, indique cuál es su estructura organizativa. (1p.)
1ª parte (Introducción) (L. 1-7) La reforma educativa:
1.1. Debate:
1.1.1. Prejuicios ideológicos.
1.1.2. No mejora de la escuela.
1.2. Negociación del texto final.
2ª parte (Desarrollo) (L.8-26) Aspectos de la reforma.
2.1. Elementos positivos:
2.1.1. Competencia entre centros.
2.1.2. Evaluación de centros.
2.1.3. Redención de cuentas.
2.1.4. Apoyos según resultados.
2.2. Evaluación de resultados.
2.2.1 Para una mejora.
2.2.2. Según circunstancias de cada centro.
2.3. Debate sobre el funcionamiento de centros.
3ª parte (Conclusión) (L. 27-30) No a una reforma global.
3.1. Preferencia por reformas parciales. - Señale y comente el tipo de texto de que se trata y la modalidad textual que se le puede atribuir. Justifique su respuesta de manera razonada. (1,5p) (Artículo de opinión, argumentación)
Con un suspiro de disgusto, vuelve a recostarse en el pasamanos. Pausa. URBANO llega al primer rellano. Viste traje azul mahón. Es un muchacho fuerte y moreno, de fisonomía ruda, pero expresiva: un proletario. FERNANDO lo mira avanzar en silencio. URBANO comienza a subir la escalera y se detiene al verle.
urbano.-¡Hola!
¿Qué haces ahí?
Fernando.
- Hola,
Urbano. Nada.
urbano.—Tienes
cara de enfado.
fernando.—No
es nada.
urbano.—Baja
al «casinillo». (Señalando
el hueco de la ventana.) Te
invito a un cigarro. (Pausa.)
¡Baja,
hombre! (fernando
empieza
a bajar sin prisa.) Algo
te pasa. (Sacando
la petaca.) ¿No
se puede saber?
fernando.—(Que
ha
llegado.) Nada,
lo de siempre... (Se recuestan
en la pared del «casinillo». Mientras hacen los pitillos.) ¡Que
estoy harto de todo esto!
urbano.—(Riendo.)
Eso es ya muy viejo. Creí que te ocurría algo.
fernando.-Puedes
reírte. Pero te aseguro que no sé cómo aguanto. (Breve
pausa.) En
fin, ¡para qué hablar! ¿Qué hay por tu fábrica?
urbano.—¡Muchas
cosas! Desde la última huelga de metalúrgicos la gente se sindica a
toda prisa. A ver cuándo nos imitáis los dependientes.
fernando.—No
me interesan esas cosas.
urbano.—Porque
eres tonto. No sé de qué te sirve tanta lectura.
fernando.-¿Me
quieres decir lo que sacáis en limpio de esos líos?
urbano.—Fernando,
eres un desgraciado. Y lo peor es que no lo sabes. Los pobres diablos
como nosotros nunca lograremos mejorar de vida sin la ayuda mutua. Y
eso es el sindicato. ¡Solidaridad! Ésa es nuestra palabra. Y sería
la tuya si te dieses cuenta de que no eres más que un triste
hortera. ¡Pero como te crees un marqués!
fernando.—No
me creo nada. Sólo quiero subir. ¿Comprendes? ¡Subir! Y dejar toda
esta sordidez en que vivimos.
urbano.—Y
a los demás que los parta un rayo.
fernando.-¿Qué
tengo yo que ver con los demás? Nadie hace nada por nadie. Y
vosotros os metéis en el sindicato porque no tenéis arranque para
subir solos. Pero ese no es camino para mí. Yo sé que puedo subir y
subiré solo.
urbano.—¿Se
puede uno reír?
fernando.—Haz
lo que te de la gana.
urbano.—(Sonriendo.)
Escucha,
papanatas. Para subir solo, como dices, tendrías que trabajar todos
los días diez horas en la papelería; no podrías faltar nunca, como
has hecho hoy...
fernando.—¿Cómo
lo sabes?
urbano.—¡Porque
lo dice tu cara, simple! Y déjame continuar. No podrías tumbarte a
hacer versitos ni a pensar en las musarañas; buscarías trabajos
particulares para redondear el presupuesto y te acostarías a las
tres de la mañana contento de ahorrar sueño y dinero. Porque
tendrías que ahorrar, ahorrar como una urraca; quitándolo de la
comida, del vestido, del tabaco... Y cuando llevases un montón de
años haciendo eso, y ensayando negocios y buscando caminos,
acabarías por verte solicitando cualquier miserable empleo para no
morirte de hambre... No tienes tú madera para esa vida.
fernando.—Ya
lo veremos. Desde mañana mismo..
Antonio
Buero Vallejo. Historia
de una escalera
(Acto I)
BLOQUE
I
- Identifique el tema principal del texto.
- Resuma brevemente el texto.
- Indique de forma esquemática la estructura del texto.
- Señale y comente el tipo de texto de que se trata y la modalidad textual que se le puede atribuir. Justifique la respuesta de manera razonada.